divendres, 18 de juliol del 2014

Yo quiero que vuelva el doctor House

-Bon día
-... (inteligible)
Te sientas porque hay una silla.
-Qué le pasa?
-Me duele aquí o allá o acullá...
Mientras quien ha entrado empieza a hablar, el señor o señora del otro lado de la mesa, que bien podría ser el archivero mayor del reino, hace un gesto de petición... Quien ha entrado, paciente, "el o la" paciente, claro está, entrega su tarjeta. El del otro lado de la mesa lleva bata blanca, si, así que creeremos que es "el o la" doctora, hace un gesto de aprobación (?) o de "continue hablando" mientras introduce datos en el ordenador y va leyendo en la pantalla.
"El o la" paciente empieza a contar sus motivos y por una ley que no sé como se llama, va bajando la voz al tiempo que "el o la" de la bata blanca sigue a lo "suyo". Finalmente se da cuenta del silencio y mira haca tu lado de la mesa, si, la del o la paciente con expresión sorprendida.
Quizás tuvieras una verruga, quizás te doliera la espalda o quizás tengas un tumor cancerígeno, da igual todavía, el primer filtro que hay que pasar antes de ir a un especialista de lo que sea es el de su silencio, un silencio en los ojos, en la actitud, en todo, no te miran, no existes.
Si hay suerte, "el o la" doctora te indicará que sigas hablando y finalmente decidirá que tienes tal o cual o pascual. Hará una derivación a, escribirá una receta, te preguntará, eso si, sí tienes alergia medicamentosa i en el caso de que si o de que no... recetará una cosa u otra y sin mirarte, te dará puertA.
Ya no sé si será cuestión de suerte o no, depende de la dolencia y la gravedad, imagino, te daran un volante para trauma, para una analítica, para reuma, para tal o cual, i te dará puerta. Si te duele mucho puedes intentar pedir un calmante, que se te recetará sin demasiados preámbulos.
Puede ocurrir que tengas que pasar por una inspección, en general, más de lo mismo, mirarán tu ficha, tus datos, en el ordenador...leerán, mirarán, quizás te pregunten.




Yo soy fan del doctor House y su mala leche. Y de una de sus frases: a los pacientes no hay que preguntarles nada, los pacientes SIEMPRE mienten.

Yesto es mío: a mí ya me tocan en casa, no necesito que el médico me toque. 

Pero si que mire, que escuche con atención, que investigue, que indague. Y la pantalla del ordenador es un buen lugar para ir dejando información, pero si tu doctor hace que saques la lengua, en ese sencilo gesto sabe mucho más de mi estado que leyendo en diagonal mi historial médico y si vas a qualquier especialista, que mire, que toque, que sienta... y después anótenlo en mi historial, pero no se olviden, cuando llegamos ahí somos cuerpos enfermos, almas enfermas, depende del día y no nos sirve un robot.
 De mirar y escuchar correctamente dependen años de dolor crónico, bajas repetidas, malestares varios y ya puestos, estafas continuadas.

Toquen, doctoras y doctores, los guantes de látex les protegerán de una baja errónea, de una enfermedad crónica que no se acaba, de un diagnóstico susceptible de llegar a juicio, de un guantazo un dia especialmente difícil...


...Un afegit: tengo un médico estupendo, amable, que me cuenta historias, que me consuela el dia que llego con la lágrima a punto de salir y consigue que no salte o que salte del todo, que se ocupa y se preocupa, que.. me cuida porque es un médico. Pero hay más... muchos más que mejor se iban a vender cacerolas a los mercadillos.